Hacer el bien no es tan fácil como lo pensamos. Y no porque sea fácil hacer malos actos, sino porque, si queremos lograr realmente un cambio sustancial en nuestro gobierno, y así llegar a buenas prácticas, tenemos que saber hacia dónde queremos dirigirnos. Entonces el problema es el cómo, y la respuesta está en las buenas prácticas que debe tener un gobierno municipal.
Hay que recordar que un gobierno está para la ciudadanía; la representa y le asegura una buena calidad de vida. Así que una buena práctica para tu gobierno es que involucres a la población en la toma de decisiones. Esto te permitirá promover cambios más claros y precisos.
Siempre se tiene que trabajar por el bien de los ciudadanos. El efecto de esto será que mejore la calidad de servicios de salud, educación y, sobre todo, tu rendición de cuentas se hará más clara.
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